
Hola, hago propicio este momento para contarte lo que dejó en mí, el estudio de posgrado. Somos los futuros Maestros en Gestión Educativa (pues aún estamos en proceso de titulación) y el pasado 12 de marzo del año en curso, recibimos nuestra carta de candidatura.
Escribir de lo que fueron dos años compartiéndo un aula, desvelos, estrategias, amistad... es muy enriquecedor y motivante. Recuerdo que al inicio nuestros maestros nos preguntaron por qué estabamos ahí, para todos eran motivos diferentes, pero en algo coincidimos: " aprender, por superación personal y por mejorar nuestros ingresos". Nadie habló de necesitar un papel para colgar en la pared, ni de hacer protocolo para aparentar lo que no es.
Y ¿sabes cuál es mi mayor satisfacción?
- Haber entendido que la vida es una una y los problemas miles.
- Haber aprendido mil cosas nuevas y vivirlas una sola vez.
- Trazar metas, plantear objetivos, analizar el proceso y evaluar los resultados.
- Descubrir que cada uno puede desarrollar un potencial, una habilidad y todo aquello que quiera lograr. Solo hay que visualizar, no perder los objetivos y ser guerreros incansables.
- Darme cuenta que hay diferentes objetivos de estudio: para pasar, para aprender, para colgar cuadros en las paredes, para reforzar falsas personalidades o personalidades verdaderas y para vivir cada instante de la vida, innovando, creando, sirviendo al prójimo y amándo cada vez más lo que haces, lo que cual te permite un crecimiento espiritual,familiar, personal, laboral y social.
- Conocer a maestros entregados a su quehacer, emprendedores, dinámicos, con enfoque humanístico que compartieron con nosotros su tiempo, experiencia y conocimientos.
- Saber que el liderazgo no es solo mover un grupo de personas, sino hacer que cada persona descubra su potencial y y se convierta en un líder.
- Darle gracias a Dios, a mi familia y a cada persona que en este trayecto me ha regalado un poco de su tiempo y de su experiencia o una sonrisa.
- Saber que terminar una etapa, me permite empezar otra.
- Proponerme ser mejor mamá, mejor hija, mejor hermana, mejor amiga, mejor maestra, mejor oreja y hombro de quien me necesite; porque todos, en cualquier etapa de la vida necesitamos una oreja y un hombro. ¿Tengo razón?
Podría pasarme todo el tiempo numerando los beneficios que he recibido en estos 2 maravillosos años que fueron los más felices de mi vida como estudiante, pero no tengo tiempo de hacerlo y no terminaría; ya que cada vez que dejo de escribir una palabra florecen mil pensamientos.
Solo quería compartir contigo la alegria que desborda en mi corazón saber que Dios me da la oportunidad de vivir, respirar, mirar, caminar, disfrutar la naturaleza, amanecer en mi hogar, y descubrir todos los días un nuevo orizonte que me permite vislumbrar otras espectativas en la vida.
¡Aclaro, que muchas cosas las hacemos por sentido común, pero cuando descubrimos que tienen un nombre y otras utilidades... nos apropiamos de nuevos aprendizajes!
Pronto compartiremos otros de los momentos vividos en la UPN. ¡Hasta pronto!
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