Me paré a ver la función... No salía de casa sin una hoja o una libreta, me gustaba mucho escribir y aunque nunca fui escritora o poeta, aún guardo entre hojas amarillas, algunos pensamientos del ayer. Escribí primero lo que para mí era un payaso y luego de percibir la angustia de aquel hombre, metafóricamente entré a su espectáculo. 25/junio/89 Al fin me he dado cuenta que se esconde atrás de la careta. ¿Qué es un payaso? Es un ser que hace reír a otro ser, que se maquilla el rostro y esconde en sí sus emociones para proyectar solo alegría. Un payaso personifica al hombre cómico y burdo. Un payaso, es un ser que merece respeto, para algunos digno de admiración, para otros, un comediante que pone una barrera entre la tristeza y la alegría, sin importar cuánto dure ésta; pues mientras tú puedas reír a carcajadas, te sentirás libre.
¡Vamos! ríe a carcajadas, grita, llora, corre, haz lo que sientas... sin olvidar a ese personaje que se deja llamar payaso, quien no proyecta sus propias emociones, porque al ponerse la careta solo proyecta diversión. Le pregunté a mi hija ¿qué es para ti un payaso? Y ella dijo... Un payaso es amor.
La vida de un actor ¿cómo es? Me lo he preguntado más de una vez. Maquillaje en el rostro, humor para divertir al público, luces, escenario, comedia y drama, un guión y actuación. Pero ¿qué hay detrás de todo eso, cuando al quitarse la careta vuelven a ser ellos? Son personas que sufren, que se enfadan, que son felices, que ambicionan, que aman. Pero cuando ya no hay maquillaje... ¿cómo son? ¿En sus vidas cotidianas siguen siendo actores? ¿Que llevan oculto en esa mirada perdida y en esa sonrisa fingida?...

La función va a comenzar
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